Uno mismo carga la munición y hala el gatillo. Somos los únicos responsables de nuestras acciones... Y, por ende, de sus consecuencias. El culpable es uno mismo, no hay chivo expiatorio que valga. La vida es un castillo de naipes tras otro; piezas de dominó alineadas, cayendo de manera casi infinita hasta que cae la última y ya no existes.
Causa y efecto, cada acción conlleva a una reacción: simple. Física pura. Como la gravedad que te arrastra al centro de la tierra, como el imán invisible que une genital con genital. Newton sabía más de lo que sabía. Como mezclar hormonas con alcohol. Como lanzar un espejo al piso y esperar que el cristal quede intacto, pero hay cosas que son inevitables.
Divago. Pienso. Lo digo. Lo escribo. Mejor callo.

Hablando de causa y efecto, me pregunto qué te habrá llevado a escribir esta entrada.
ResponderEliminarSaludos :)