Joey tenía razón. Los actos completamente desinteresados no son más que mitos, fábulas inexistentes que están ahí para hacernos creer que no todo está tan mal en el mundo, como Dios y la democracia [los unicornios también van en ese paquete].
Si, los actos más puros y en teoría desinteresados, son los que nacen del amor verdadero. No hay sentimiento más honesto e ingenuo que el amor, y hacemos lo que sea por la persona amada. Pero no, no somos tan buenos: anhelamos una sonrisa, una muestra de afecto, besos y caricias como forma de pago a nuestras acciones. Y es normal, más que humano diría yo; el hombre en su retorcida naturaleza [de la cual no escapamos por más que corramos] sólo busca el bien, la satisfacción, el goce.
Y no, desde mi perspectiva no lo veo como egoísmo. Hay que ubicarnos en contextos para determinar ese tipo de afirmaciones, pero el dar y recibir es casi una ley básica de vida. Nadie hace nada de gratis aunque así lo parezca. Y si lo haces, huye. Hay que tener visión de negocios para las relaciones humanas, lo lucrativo [emocional y sentimentalmente hablando] es la empresa que merece nuestra total y completa devoción y dedicación.
Give love, and expect love in return.

