La decadencia está de moda. Si eres famos@, la desfachatez descarada no es más que otra manera de auto-publicitarte. Pero no, esto no es algo nuevo; es casi tan viejo como los rock stars que lo empezaron porque sí: consumir drogas, irse de fiesta toda la noche, beber, fumar y fornicar con múltiples personas, es muy rock star.
Los extremos siempre son malos y hasta los extremos, tienen extremos. Los límites existen por una razón y no hay pseudo-anarquismo que valga. Puedes ser un rock star y fiestear como nadie, pero si tienes un show al día siguiente, más te vale dar la talla y lucirte porque están pagando por verte. Axl Rose (ahora gordo y con dreads) se quemó por una razón.
No entiendo cómo las celebridades hoy en día pueden malgastar las oportunidades que se les dan en bandeja de plata. Oportunidades para ser más grandes de lo que podrían pensar; oportunidades por las cuales much@s matarían sin dudarlo ni pensarlo dos veces; oportunidades que sólo aparecen, si tienes suerte, una vez en la vida.
Tomemos por ejemplo a la ahora difunta Amy Winehouse [R. I. P.]: un look icónico y fuera de lo común, una voz como pocas y un talento como compositora del que muchas carecen. La Winehouse tenía todo lo necesario para hacer una carrera duradera sin la ayuda del auto-tune, pero de nada sirvió tanto talento si la chica lo malgastó y se dedicó a fumar alucinógenos y beber como una cuba, tirando todo al caño. Necesitaba alguien que la encaminara y la ayudara a luchar realmente contra sus adicciones.
* Vale acotar que éste texto fue escrito antes de la muerte de Amy y, si bien la admiro y anhelaba con mucha expectativa nueva música de su parte, no quise modificar en exceso el contenido original. Si, Winehouse fue víctima de sus demonios pero su muerte no la libera de la responsabilidad de sus acciones.
Por otro lado, tenemos a Lindsay Lohan. Una chica bellísima (espectacular, a mi parecer) con un talento para la actuación algo cuestionable pero prometedor y, para el canto, sólo digamos que le debe su contrato disquero más a sus contactos que a su talento. LiLo no sólo pasó por su etapa “Paris Hilton”, también pasó por su etapa “Anne Heche” con Samantha Ronson y ahora pasa por su etapa “Winona Ryder”, lo cual la llevó a su estadía en la cárcel y más tarde, al arresto domiciliario.
Lo peor es que Lindsay, a diferencia de Amy, no posee ni la mitad del talento que necesita para seguir recibiendo pases libres por sus acciones. Pero a la sociedad actual le gusta destruir a sus celebridades y verlas renacer de las cenizas, es un hecho (sólo miren a Britney). Sin embargo, no recuerdo la última vez que la Lohan protagonizó una película ni el último single decente que sacó al mercado (creo que “Bossy” fue el único). Sólo recuerdo que exploró el lesbianismo, utilizó una tobillera anti-alcohol y la metieron presa. Sus problemas son más relevantes que su trabajo y llega un punto en que las cosas se salen de control. A falta de talento, debería esforzarse el doble pero no, es un ciclo vicioso y no hay valoración de lo que se tiene.
Nadie quiere ser la siguiente Courtney Love, i´m just saying. Check yourself before you wreck yourself.


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