miércoles, 4 de junio de 2014

Villana por accidente



Esta sería la traducción al español del título de esta película si la susodicha fuera una comedia. Porque sí, Maleficent (2014) se toma muy en serio el argumento de contar la historia desde el punto de vista de esta icónica villana del universo Disney, al punto de justificar sus acciones y convertirla en una mártir que busca a toda costa revertir el mal que ha hecho y conseguir el perdón de aquella que era el blanco de su venganza hacia el rey Stefan: la princesa Aurora.

Angelina Jolie como Maléfica es todo menos un ser maligno, aunque capaz era mucho pedir una oda al mal por parte de una casa cinematográfica que es responsable de títulos como The Princess Diaries (2001) y Bambi (1942). Quienes esperaban algo similar a lo que hizo Charlize Theron en Snow White & The Huntsman (2012) - yo incluido - deben bajar sus expectativas o apuntarlas en otra dirección.

Las libertades creativas que se tomaron los realizadores y los cambios en la mitología de la historia con la que todos ya estamos familiarizados, son grandes y notorios. Para disfrutar esta película con plenitud, hay que sacarse del disco duro todo lo que se recuerda o se sabe sobre "La Bella Durmiente" y tomar este acercamiento al cuento clásico como una historia totalmente nueva y diferente, para bien o para mal.

El vestuario y los efectos visuales destacan como los puntos más fuertes de Maleficent, junto con la actuación de Jolie - quien lleva sobre sus hombros todo el peso emocional del largometraje. La que deja mucho que desear es Elle Fanning, cuya princesa Aurora es tan feliz e inocente que raya en lo insoportable; no se desarrolla una empatía mayor con su personaje e importa muy poco cuál es su destino: todo es sobre Maléfica. 

No estamos hablando de una película mala o aburrida, en lo absoluto. Pero sí sobre una cinta que si bien no decepciona, le brinda al público algo que quizás no esperaba consumir.